Artículo en el Diari Ara: “Inteligencia artificial (y emocional) para aprobar oposiciones”
A Clara Brull, su manera de estudiar le ha ido tan bien que su currículum luce un grado de administración y dirección de empresas con 19 matrículas de honor, una nota media de 9,2, un premio al mejor expediente universitario y la fundación del Grup CBS Quality con una plantilla de 15 personas. Desde esta misma semana, se apunta también la puesta en marcha de Opositaresfacil.cat, una plataforma Online personalizada para preparar oposiciones. El sistema combina técnicas de inteligencia artificial aplicadas a la formación, como edtech y e-learning, con las de entrenamiento motivacional (digamos IA y coach, para abreviar). La gamificación también ayuda a masticar el duro hueso de los temarios.
El proyecto ha comportado una inversión que ronda el millón de euros, tres años de desarrollo y quince para perfeccionar el método inventado por Brull, a base de investigar y acumular experiencia para conseguir un estudio provechoso hecho a medida para cada persona. De momento, la plataforma ofrece preparación para 15 oposiciones, pero el plan es llegar a los 40 este año mismo y, de aquí a tres años, cubrir todas las de Cataluña. El próximo año también prevé ofrecer contenidos adaptados a personas con discapacidad intelectual.
Cada alumno cuenta con el seguimiento de un docente asignado y sesiones periódicas Online para resolver dudas, pero el núcleo duro son tres maestros virtuales: un planificador, un preparador y un coach. Los tres se retroalimentan con el usuario hasta personalizar al milímetro su ritmo, sus capacidades y las carencias que hay que solucionar.
La inteligencia artificial (IA) es una herramienta fantástica para marcar, paso a paso, el camino que tiene que superar cada persona para aprobar, pero el equipo tiene muy claro que quien oposita no es una máquina. Como buen humano, sufrirá soledad, miedos, incertidumbre, dudas, ansiedad, fatiga, bloqueos, ganas de no salir nunca más de la cama o de tirarlo todo por la borda. “No nos engañemos: opositar es duro”, advierte Brull. Esto también está previsto, y esta es la función principal del coach: tranquilizar las emociones, mantener la negatividad bajo control y no agotar la reserva de ánimos.
Todo el mundo sabe que hay que estudiar mucho para ganar unas oposiciones, pero “¿qué quiere decir estudiar y cómo se hace?”, se plantea Brull. Buena pregunta. Leer, subrayar, resumir, repetir, repasar, escribir, tomar apuntes a clase, o de un podcast o video explicativo, escuchar atentamente, hacer un test, esquematizar, hacer preguntas y pensar respuestas... Todo junto o por separado es estudiar. Es decir, “acciones”, reflexiona esta emprendedora tarraconense, acostumbrada a hacerlas desde pequeña.
Esto solo es el comienzo. Estas acciones “tienen que tener un sentido y un objetivo”. Estudiar es, pues, “un proceso que tiene que seguir un orden estructurado y lógico”. Para hacerlo bien sin decaer, la gracia es no perder nunca de vista el objetivo. Aquello “de atreverse a perseguir los sueños”, por una vez, no suena a mantra gastado y cursi, sino que tiene todo el sentido del mundo.
A base de prueba y error, experimentar, probar, ensayar, investigar y darle tumbos cada día, Brull ha perfeccionado su método de estudio y lo ha profesionalizado. Así, el 2008 se licenció y el 2015, después de ganar experiencia laboral, fundó la academia Opositar és Fàcil. Los resultados: 2.000 alumnos con un 90% de éxito y una lista de espera de seis meses para matricularse. La nueva plataforma es su evolución, todo un salto adelante de aquel método ideado por Brull cuando era universitaria. Para llegar aquí también ha “escuchado muchísimo” a todos los opositores para saber “qué necesitan y cómo hacerlo”, explica.
“Yo, a los ocho años, ya quería ser empresaria”, confiesa. Mientras jugaba a hacer y vender postres, su padre, doctor en ADE, la animó a crear su primer plan de empresa. Era como los reales, pero sin la parte del pan económico-financiero. “Me dijo que, antes antes de llegar la parte económico-financiera, tenía que estudiar ADE” y, naturalmente, fue la carrera escogida años después. “Pero como quería tener mi propio dinero, también trabajaba y, para sacar buenas notas, tuve que organizarme muy bien”, añade.
Con 36 años, Brull todavía conserva la imagen corporativa de aquella empresa que planificó cuando tenía ocho. Se decía, por cierto, igual que el actual Grup CBS Quality: CBS Salut a la Carta.
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